es común verme ardiendo en fuego,
cuando en la noche el alma enciende
la llama febril de los ruegos
y al altar del sueño asciende.
con mis pensados sortilegios
adivino cuantas cosas imagino,
de la voz de los colegios
oigo el susurro clandestino;
pues el arma con que hieres
es el arma de tu muerte,
y así fueres quien fueres
correrás la misma suerte.
es común encontrarme al lado
de la fogata suplicando
por lo que he esperado
y sigo esperando.
cuando esta llama me ilumina
algo extrañisimo sucede,
el dolor se me calcina
y el amor le precede.
me has visto llorando?
no, no me veras.
yo ando cantando
y dando paz.
es comun hallarme oculto
entre la sombra,
talvez veas un bulto
sobre la alfombra.
soy yo descansando
y talvez dormido.
soy yo soñando
lo que despierto
no he podido
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